#VOZDLAGENTE Lolita, una perrita pitbull sufrió un violento ataque por parte de otro perro donde le arrancaron por completo sus dos patitas delanteras.
Entre un baño de sangre y llantos sus dueños tuvieron que dormirla debido al grave estado en el que se encontraba.
“Mi mamá ni siquiera pudo acercarse para despedirse de Lolita, cuando le aplicaron la vacuna, nos acercamos todos, porque era la perrita de la casa, mi mamá no pudo, estaba perdida, estaba en shock, porque es un perro, pero es parte de nuestra familia “, contó entre lágrimas Esther.
Esther Carrillo, relató que un perro de la misma raza fueron los causantes de este hecho, Lolita se encontraba caminado cerca de la acera en de la calle 15-B entre 18 y 20 de la colonia Chuburna, cuando al cruzar cerca de la casa del vecino de enfrente, su perro por debajo del portón jaló a lolita de las patas, al no poder defenderse ya que la tenían agarrada de una pata, con mucha agresividad y brutalidad no la soltó hasta que le arrancó las dos patitas, dejando mutilada a la perrita sobre la escarpa, desconocen como la perrita se salió de su casa ya que esta es la primera vez que se sale y las rejas son altas.
“Era su perra, era la hija de mi mamá, dormía en su cuarto, no era una perra agresiva, todos los vecinos la saludaban cuando pasaban por la casa, ahora mi mamá sigue en shock es muy nerviosa, Lola no se metió a su casa, la jaló por la escarpa, todo pasó en la vía pública” acotó.
El escandalo despertó a todos los vecinos y a los dueños de Lolita que no se explican cómo después de tanto ruido los propietarios del agresivo can no pudieron detener el ataque. La policía llegó al lugar de los hechos y la señora María Elena Rodríguez Castro, de la tercera edad y dueña de Lolita se encontraba en Shock por lo que firmó un documento donde exoneraba de la culpa a los dueños de los pitbulls.
Lo que ahora tiene indignada a la familia no es la acción del perro, porque entienden que actúan por instinto, si no la indiferencia de los dueños, que fueron tan fríos ante este acto, incluso testimonios de los vecinos afirman que ellos pudieron detener el acto, pero no les importó, una vez que la señora María firmó, Israel P. uno de los dueños movió a Lolita al otro lado de la escarpa y no volvió a salir, comentó Esther.
Ahora Esther Carrillo, busca asesoría legal para que el caso de Lolita no quede impune, en estos momentos la familia se encuentra devastada, pero aun así esperan que algo se pueda hacer y buscan el apoyo de la ciudadanía para que esta situación no vuelva ocurrir con ningún otro animal.
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